Esta etapa marca el paso de la Vía de Roma de Umbria a Lacio, con salida del Lago de Piediluco y llegada a Rieti, en el Valle Santa, otro lugar franciscano cargado de significado.
La etapa se desarrolla a lo largo de escenarios naturalistas de gran belleza en la zona de los Apeninos Reatinos, y precisamente por esto es de las más difíciles de todo el viaje, con 900 metros de desnivel y 4 subidas que superar.
Una vez que hemos dejado a las espaldas el Lago de Piediluco se recorren algunos kilómetros de llanura, ideales para calentar las piernas antes de afrontar la primera subida, que también es la más larga, y después de haber superado Labro os llevará hasta el encantador burgo de Morro Reatino.
Desde aquí se sigue en dirección hacia Poggio Bustone donde, si pensáis que la etapa es demasiado fatigosa para vuestro nivel de entrenamiento podéis programar una parada o una etapa intermedia, volviendo a partir directamente al día siguiente.
Al final de la bajada de Poggio Bustone se afronta la difícil subida que lleva hasta las puertas de Cantalice, otro bellísimo burgo resguardado de la montaña Reatina situado a 660 metros de altura. Desde aquí se baja hacia Vazia para más tarde afrontar la última subida del día para llegar a Castelfranco.
A este punto las dificultades de esta etapa han terminado y podréis gozar la bajada hacia Rieti, prestando solo un poco de atención al tráfico durante el acceso a la ciudad.