Se parte del Santuario franciscano hacia el pueblo de Greccio. Una vez que hemos dejado el característico pueblo de pendiente se baja para llegar a la abadía cisterciense de San Pastore (actualmente es una estructura privada), pero también desde fuera se puede gozar de su belleza.
Se camina en el verde y sin asperezas hasta la parte más moderna del pueblo de Contigliano. En centro histórico está poco más arriba, merece la pena una desviación. Se alternan las subidas y bajadas hasta llegar al pueblo de Piani di Poggio Fidoni, donde se podrá hacer una parada regeneradora.
Desde aquí inicia un tramo en subida que afrontar con paso lento y constante para alcanzar las cumbres del Colle Sant’Elia (649 s.n.m.). El camino sigue en bajada a través del bosque hasta llegar al Santuario de Fonte Colombo, uno de los lugares del corazón de la Vía de San Francisco, donde se aconseja una parada. Desde aquí el recorrido es todo en bajada hasta la deliciosa ciudad de Rieti. Rieti es una espléndida ciudad rica de lugares de arte y de historia.